Películas/Series Basadas en Libros #67

La chica del tren (2016)

Cuando La chica del tren de Paula Hawkins llegó a las librerías en 2015, se convirtió en un fenómeno editorial inmediato. Su mezcla de suspenso, narradoras poco confiables y una atmósfera inquietante la colocó en la cima del género de thriller psicológico contemporáneo. En 2016, la historia fue llevada al cine bajo la dirección de Tate Taylor, con Emily Blunt como protagonista, en una adaptación que, si bien conserva la esencia de la novela, generó opiniones divididas.

Estrenada en 2016, la adaptación cinematográfica de La chica del tren trasladó la acción de Londres a los suburbios de Nueva York, una decisión que generó algunas críticas entre los lectores más fieles a la ambientación británica. Sin embargo, el corazón del relato —la incertidumbre, la culpa y el autoengaño— permanece.

Tanto la novela como la película exploran el efecto del abuso emocional, el trauma no resuelto y la facilidad con la que la percepción puede deformarse por la adicción, el dolor y la culpa. Rachel no es una heroína tradicional: es una mujer derrotada que lucha por reconstruirse mientras intenta descubrir la verdad, incluso cuando ella misma no está segura de lo que vio o hizo.

La historia desafía la confianza del lector/espectador, juega con lo que creemos saber y, sobre todo, plantea preguntas sobre el juicio moral, la credibilidad femenina y la intimidad en tiempos de vigilancia constante.

La chica del tren logró trasladar al cine parte del suspenso inquietante de la novela, aunque con menos profundidad emocional y narrativa. La interpretación de Emily Blunt es, sin duda, el alma de la película, y su trabajo sostiene gran parte del peso dramático.

Para los fanáticos del thriller psicológico, tanto el libro como la película ofrecen una experiencia intrigante. Aunque la novela destaca por su complejidad narrativa, la versión cinematográfica puede servir como una buena introducción al género para quienes buscan tensión, misterio y giros inesperados.