
A nadie sorprende cuando el encantador pícaro Vadinho dos Guimares—empedernido jugador y mujeriego incorregible—muere durante el carnaval. Su desconsolada esposa se dedica a la cocina y a sus amigas, hasta que conoce al joven doctor Teodoro y decide asentarse.
Pero después de la boda, pasionalmente insatisfecha, Doña Flor empieza a soñar con las atenciones amorosas de su primer marido. Pronto el propio Vadinho reaparecerá, dispuesto a reclamar sus derechos conyugales.
